lunes, 21 de junio de 2010

Tareas de limpieza



Hacía unos días que andaba intranquila por la casa, sabía que echaba de menos algo, me faltaba algo, pero también hacía tantos días que no descansaba bien que no lograba acordarme de que era lo que tanto ansiaba.
Decidí no hacer mucho caso a mí deteriorada cabeza y me puse a limpiar la casa, pasé el aspirador, la fregona, ordené y tiré papeles y puse un poco de orden en general, pero mi cabeza seguía dando vueltas a esa ausencia desconocida.
Cuando acabé de limpiar me senté en el sillón con la intención de descansar un poco de tanto trajín, y cual fue mi sorpresa, allí estaba ..., una esquina se clavó en mi trasero y entonces lo recuperé, ese magnífico libro que me había mantenido en vilo una semana antes y por fin pude descansar y seguir leyendo hasta terminarlo, antes de perderlo de nuevo…

4 comentarios:

  1. Si es que hay libros que entran por cada sitio... Yo conozco a una chica tan desordenada y que tardaba tanto a hacer limpieza que un día barrió el cuarto de estar y se encontró un sofá.
    Claro, que si tenemos en cuenta que un día se lavó la cara y se dio cuenta de que llevaba gafas, todo se explica.
    Abrazos.

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  2. Pues desde luego que algo parecido me debe pasar a mí, cada vez me cuesta más y me gusta menos hacer limpieza ..., y ahora que caigo, yo llevaba gafas, ¿verdad?, voy a buscarlas rapidito, ahora entiendo muchas cosas, incluidas las 39 veces que tropiezo a diario.
    Gracias terapéutico escalones, muchas.
    Un abrazo.

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  3. Que alguien me ayude con la limpieza, rápido...

    Ahora es tarde, quizá mañana...

    Deja para mañana lo que puedas limpiar hoy.

    No, espera, cómo era...

    JO,

    Abrazos limpios,

    Marta

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  4. Jajaja, si no puedes hacerlo hoy, seguro que puede esperar a mañana ..., y si no ..., pues yo que sé..., vaya rollo lo de la limpieza.
    Un abrazote,

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